miércoles

Mary Oliver "gansos silvestres"

No tienes que ser bueno.
No tienes que recorrer el desierto de rodillas en penitencia.
Solo tienes que dejar que ese delicado animal que es tu cuerpo ame lo que ama.
Háblame de tu desesperacion y yo te hablaré de la mia
Mientras tanto, el sol y los claros guijarros de la lluvia se mueve por los parajes, sobre las praderas y los árboles frondosos, las montañas y los rios.
Mientras tanto, los gansos silvestres, en el aire azul y puro, se dirigen de nuevo a casa.
Quienquiera que seas, por muy solo que estés, el mundo se ofrece a tu imaginación
y te llama como los gansos silvestres, chillando con excitación, anunciando una y otra vez tu
lugar en la famila de las cosas.

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